Se ha ido desarrollando en mí la convicción de que las cosas de importancia fundamental para la gente no se consiguen únicamente mediante la razón sino que hay que adquirirlas con el sufrimiento. El sufrimiento es la ley de los seres humanos, la guerra es la ley de la selva. Pero el sufrimiento es infinitamente más poderoso que la ley de la selva para convertir al oponente y abrirle los oídos – de otra manera cerrados – a la voz de la razón.


Fuente: Mi religion