red fall leaves

Jesús sabía lo que es sufrir. Conocía hambre y sed. No tenía ni donde recostar la cabeza. No tenía casa, ni hogar. Pero conoció a Su Padre, y en Él tenía ininterrumpido goce del Espíritu. Jesús nos dio la prueba de que la felicidad en la vida depende de una sola cosa, a saber de cuan bien conocemos a nuestro Padre en los Cielos.


Fuente: La revolución de Dios