A crusty loaf of bread

Estas manos, fuertes y encallecidas del Cristo obrero, son un llamado, en primer lugar, a cooperar con Él. “La mies es mucha y los obreros pocos”. El mundo es vasto taller en que el Divino Carpintero trabaja día y noche, reparando lo que el hombre destruye, construyendo lo que ha de ser para el bien del hombre, edificando el Reino de Dios. Cuando el Maestro y Señor trabaja, ¿cómo puede haber, junto a las suyas laboriosas, manos inertes y flojas de discípulos? 


Fuente: Las manos de Cristo