Toda falta de respeto, toda irreverencia, toda dureza de corazón, todo desprecio no es otra cosa que matar. Y es posible matar no solo lo que está en el presente, sino también lo que está en el futuro. Con solo un poco de ingenioso escepticismo podemos matar buena parte del futuro en un niño o un joven. La vida está esperando en cualquier lugar, floreciendo por doquier, pero solo vemos un mínimo de ella y pisoteamos gran parte con nuestros pies.


Fuente: Su nombre es hoy