Con su sabiduría, el Dios eterno ha previsto desde la eternidad la cruz que ahora él te presenta a ti como un regalo de su más íntimo corazón. Ahora él te envía esta cruz. La ha considerado con sus ojos que saben todo; comprendido con su mente divina; probado con su justicia sabia; abrigado con sus brazos amorosos; y valorado con sus propios manos para asegurar que no sea demasiado grande para ti, ni si quiera una pulgada, ni demasiado pesada por una onza. La ha bendecido con su santo nombre, ungido con su gracia, perfumado con su consolación, echado una mirada más hacia ti y tu ánimo, y entonces te la ha enviado desde el cielo, un regalo especial de Dios para ti, una limosna del amor misericordioso de Dios.

Fuente: Your Cross