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CajaCafeína para la consciencia
Hay algunos hombres a quienes usted no puede acercarse sin oírlos resoplar su trompeta diciendo: “yo soy un hombre que me hice por mí mismo”. “Vine aquí hace diez años siendo un hombre pobre; y ahora yo soy rico”. Todo es: “¡yo-yo-yo!” ¡Ellos siguen alardeando, y diciendo qué seres maravillosos que son! Hay una cosa que se excluye del reino de cielo, y eso es la jactancia. Si usted y yo alguna vez llegamos allí, será por la gracia soberana de Dios. No habrá ningún reconocimiento dado a nosotros mismos.
Fuente: La gracia soberana