black and blue butterfly

En el sermón del monte, enseña Jesús: «Bienaventurados son los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios». Los que laboran por la paz deben ser mansos de corazón. Quienes tengan un corazón apacible, serán hijos de Dios. Pero muchos de los que trabajan por la paz no están en paz ellos mismos. Todavía albergan ira y frustración, y su labor no es realmente pacificadora…Si queremos preservar la paz, tenemos que estar en paz con el mundo, con nuestros hermanos y hermanas. Si tratamos de vencer el mal con el mal, no somos pacificadores.


Fuente: En busca de paz