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En una noche helada una vez más me encuentro en un viciado y sobrecalentado sótano lleno de sillas de plástico. En una pizarra alguien ha hecho el bosquejo de tres cruces. A la puerta, un guardia retira las esposas de unos 15 reclusos que entran llevando overoles anaranjados, zapatos tenis (sin agujetas) y tatuajes.
Este es el estudio Bíblico semanal en la cárcel de la localidad. Sería difícil reunir a un grupo tan variado, traídos juntos de todos los estratos de la sociedad por tener algo en común: haber omitido la ley. Comenzamos introduciendo nuestros nombres, además la opción de hablar sobre: "qué apuros tengo” o "de qué estoy agradecido esta noche."
Frank fue el primero, él está detenido por un pequeño delito de guante blanco y afirma que es inocente. Ron tiene su pierna enyesada y esta noche está agradecido de estar vivo: "El tipo apuntó con una pistola a mi pecho y la bala dio en la pierna... no puedo explicarlo". JT estaba drogado con heroína cuando su moto golpeó la línea divisoria a 85 mph (140 kmh). A unas sillas a su lado, Rashid escucha y asiente comprensivamente; él ésta acusado de agredir a su novia y mira cada pedazo de sus 19 años de edad. En el siguiente respiro nos enteramos de que él también esta agradecido porque ella tiene cinco meses de haberse embarazo de su hija. ¿Se me perdió algo?
Los siguientes dos hombres dan simplemente "gracias por estar aquí esta noche", pero Dave no. Dave tiene 64 años y es oriundo de un lugar apartado conocido por sus ríos trucheros y el aguardiente casero ilegal. Su barba y su piel curtida delatan una vida fuera al aire libre, y no es de extrañar que aquí se siente enjaulado, y así es, como él mismo reconoce, su culpa. "Yo sólo espero aprender mi lección", dice Dave. "No quiero volver a poner los pies de nuevo en este agujero infernal." La declaración se reconoció con aplausos seguida de un paréntesis de 10 minutos sobre los recientes disturbios entre los guardias y la población.
Cuando finalmente volvimos al tema únicamente dos hombres no habían hablado. Felipe ha recién regresado de dos giras en Afganistán. Tom fue detenido la noche anterior por conducir ebrio. Él se describe manejando a 120 mph (192 km/h) en la autopista, mientras sostiene una pipa con crack (cocaína) por la ventana. Es un alarde, quizá más por costumbre que otra cosa. Tom de pelo largo y grasiento, se ve que hay cansancio sobre él, líneas faciales profundas, ojos casi maniáticos, y los temblores que constantemente atormentan su cuerpo. Él está pasando por una abstinencia como nunca he visto antes, y es doloroso sólo verlo. "He sido adicto a la cocaína desde hace 39 años"; dice Tom espontáneo. "No hay manera de yo terminar con esto alguna vez, incluso si yo quisiera. ¡No hombre, no hay ninguna esperanza para mí! "Una sonrisa infantil aparece en su cara y algunos se ríen entre dientes, pero no todos están riendo.
Me gustaría decir que recuerdo la reunión de aquí en adelante, pero por alguna razón sigo pensando en Tom. Este sigue un camino conocido: "Me imagino que Dios quiere decirme algo, es por eso que estoy aquí". "Sé que tengo que hacer cambios, pero cada vez que vuelvo a la calle, termino con el mismo mal grupo". "¿Te imaginas que fue la voluntad de Dios para yo hacer las cosas que me trajeron aquí?" "¡No, hombre! Dios no hizo eso, lo hiciste ", y así sucesivamente. Hablamos de señales, que Dios sólo nos puede dar un número determinado de posibilidades. Hablamos de AA y los 12 pasos. Hablamos de cómo el diablo ataca a cada uno de nosotros en su punto más débil. Me doy cuenta, de nuevo, que haber nacido en cualquiera de sus circunstancias yo podría estar en el mismo lugar. Por casualidad uno de los hombres abre su Biblia en Isaías 9: 1-7, leyendo así:
El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas... Porque tú has deshecho la esclavitud que oprimía al pueblo, la opresión que lo afligía, la tiranía a que estaba sometido. Fue como cuando destruiste a Madián. Las botas que hacían resonar los soldados y los vestidos manchados de sangre serán quemados, destruidos por el fuego. Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz… extenderá su poder real a todas partes y la paz no se acabará.
Hubo un tiempo de silencio, y después Felipe habló y dijo que le gusta la parte en donde queman los uniformes ensangrentados. Dijo que ellos tenían que hacer eso para su jefe de escuadrón en Afganistán después de que todas sus extremidades fueron arrancadas por una bomba improvisada. Su voz se apaga, pero de alguna manera el ambiente ya ha cambiado. En algún lugar de lo que Isaías dice una nota de esperanza suena, un rayo de luz se abrió.
"Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla" (Jn 1:5). Esta no es gente ayudando a otra gente, es Dios hablándonos directamente, nos dice que no importa cuán grande sea la oscuridad, todavía hay esperanza. Pesar a que las tinieblas no han podido entenderla, la luz todavía brilla. Nosotros lo hemos visto —yo, Frank, Ron, JT, Rashid, Dave, Philip, Tom y los otros compañeros en ese sofocante sótano de la prisión —y algún día lo verán todos.

ciro salcedo
Gracias a DIOS, que existe este marco de apoyo espiritual. el mundo adolece de espiritualidad, y los que la inducen, estoy seguro tienen la gracia del omnipotente, el unico, el dueño de todo lo que vive. GRACIAS.
ana hilda
todo lo que se diga sobre la oscuridad o la luz no deja de ser solo especulaciones