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    Morning over the bay

    Una luz de esperanza

    Navidad en las trincheras

    jueves, 15 de diciembre de 2011
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    En diciembre de 1914, se acercaba un durísimo día de navidad. Las tropas británicas y alemanas se enfrentaban desde unas angostas trincheras de suelo europeo. Condiciones imperantes en ambas trincheras eran terribles, el tronar de los cañones incesante, y el ruido, ensordecedor.

    La oficialidad británica había tomado escasas medidas para celebrar la navidad. Tenía órdenes de tratar esa jornada como cualquier otra y seguir peleando. Lo poco que pudieron hacer las cansadas tropas fue recoger unos restos de ramas secas, escasa imitación de las festividades que por cierto se estarían celebrando en sus lejanos hogares.

    Los alemanes estaban mucho más organizados. Para levantarles la moral a sus tropas, habían enviado canastas de comida y árboles de navidad a las líneas del frente para estimularlos a pelear mejor.

    Pero esta estrategia bien planeada tuvo precisamente el efecto contrario. En lugar de aumentar la agresiva lealtad de los soldados, detuvo por completo las hostilidades. La verdad es que el soldado alemán típico no odiaba a sus pares ingleses, y viceversa, y si procuraban matarse unos a otros era pura y exclusivamente por respeto a las órdenes de sus generales.

    El espectáculo de todos esos arbolitos afectó muy hondo a los alemanes. Las congeladas tropas británicas escondidas en sus trincheras sintieron alarma y desconcierto ante el repentino y extraño silencio seguido por los acordes de un villancico.

    Al asomarse, comprobaron asombrados que los soldados alemanes habían emergido de sus escondites y ocupaban en actitud pasiva la tierra de nadie. Cuando se los convocaron, salieron los ingleses con algo de temor, pero pronto respiraban tranquilos y se acordó una improvisada tregua.

    Los villancicos duraron toda la noche, los enemigos cantaron juntos, y a medida que pasaron las horas tuvo lugar un extraordinario intercambio de regalos. Enemigos mortales se estrecharon las manos e incluso se abrazaron y se mostraron fotografías de sus familias, y durante un breve interludio la idea de matar se borró de sus mentes.

    A la mañana siguiente, día de la navidad, ocurrió algo aún más insólito. Poniéndose de acuerdo sobre un punto intermedio entre ambas posiciones, ingleses y alemanes protagonizaron lo que debe de ser el más raro partido de fútbol en la historia de ese deporte.

    two burning candles
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