feather

Muchos cristianos creen que Dios espera que nosotros finjamos vivir una vida perfecta frente a nuestros vecinos no creyentes. El resultado es que los cristianos son etiquetados como hipócritas y farsantes. Todo el mundo ya sabe que no somos perfectos. ¿Qué pasaría si hiciéramos exactamente lo opuesto? ¿Qué pasaría si nosotros, los cristianos, fuéramos vulnerables, francos y honestos con respecto a nuestros errores, problemas y miedos? Eso sería reconfortante, auténtico y atractivo. Los no creyentes tienen los mismos problemas que nosotros. No pueden ver cómo lidiamos con nuestros problemas bíblicamente si siempre estamos escondiéndolos. No es nuestro éxito, sino cómo manejamos el sufrimiento lo que da credibilidad a nuestro testimonio. 


Fuente: “El propósito de Dios en nuestro dolor