A menudo hay más sabiduría en los bordes de la vida, que en medio. Una enfermedad grave puede barajar nuestros valores, como cartas. A veces una carta que ha estado en el fondo de la baraja la mayor parte de nuestras vidas es la carta superior, la que realmente importa. Haber observado por muchos años a la gente ordenar sus cartas y jugarlas en presencia de la muerte, yo diría que rara vez es perfección, posesiones, o hasta el orgullo la carta superior. Más frecuentemente, es el amor.

Fuente: My Grandfather's Blessings