two unfurling ferns

En medio de la vida
estás presente, oh Dios,
más cerca que mi aliento,
sustento de mi ser.
Tú impulsas en mis venas
mi sangre al palpitar,
y el ritmo de la vida
vas dando al corazón.

Tú estás en el trabajo
del campo y la ciudad,
y es himno de la vida
el diario trajinar.
El golpe del martillo,
la tecla al escribir,
entonan su alabanza
al Dios de la creación.

Tú estás en la familia,
dueño de cada hogar,
oyente invisible
de nuestro conversar.
Bendices nuestra mesa
y no nos falta pan,
cuidas de nuestros hijos,
fruto de nuestro amor.

Tú estás en nuestra infancia
y en nuestra juventud,
la vida fructificas
en nuestra madurez.
En medio de la muerte
estás presente, oh Dios,
llamando nuestras vidas
a eterna plenitud.

Oh, Dios de cielo y tierra,
te sirvo desde aquí;
te amo en mis hermanos,
te adoro en la creación.


Fuente: Canto y fe de América Latina