pussywillow

Amor, corriente escondida
que pechos adentro va,
como un manantial que está
alimentando mi vida;
en turbias aguas perdida
abreva el alma dolor:
si no te la cuento, Amor,
¿a quién contaré mi herida?

Flauta y risa, pan y abrigo,
levanten gritos de guerra;
lágrimas brota la tierra
que amargan la vid y el trigo;
zumo de dardo enemigo
la dulce vida envenena:
¿cómo lloraré mi pena
si no la lloro contigo?

Negras alas han manchado
el claro cielo de estío;
se encrespa el seno del río
de recias olas turbado:

cómo pasaré este vado
sino en tus brazos, amor?
¿Cómo beberé el dolor
si no lo bebo a tu lado?

Aunque tan sierva de tu amor me siento
que hasta la muerte anheo confesarte,
bien sé que como Pedro he de negarte
no tres veces, SEñor, tres veces ciento.

No quiero fiarme de mi sentimiento
ni eterna fe sobre mi fe jurarte,
¡si me sé tan capaz de traicionarte
que en mi propia traición vivo y aliento!

Mas, pues esclavo del amor rendido,
bajas a veces a mi entraña impura,
tú mismo por mi boca te confiesa,

Señor, y cuando mires que te olvido
ten piedad de tu mísera criatura
en quien es la traición naturaleza.


Fuente: "Sonetos de los Cantares"