Aunque los escribas pudieron explicar dónde debería nacer el Mesías, se quedaron impasibles en Jerusalén. No acompañaron a los Magos para buscarlo. De manera parecida, es posible que nosotros podamos explicar cada artículo de nuestra fe, no obstante, estar petrificados espiritualmente. ¡Qué contraste! Los Reyes Magos solo escucharon un rumor. Pero los estimuló para embarcarse en un viaje largo y difícil. Mientras tanto, los escribas fueron mucho mejor informados e instruidos. Habían estudiado las escrituras durante años, así como tantos catedráticos. Pero no les importó para nada. ¿Quién tenía más verdad?


Fuente: Provocations